Cómo preparar té helado o té en frío

Tipo de receta: Dulces

Dificultad: Fácil

¿Eres de los que piensas que el solo se toma caliente? ¿Lo has probado alguna vez en frío? Si aprendes a prepararlo bien, seguramente lo tomes más a menudo en cualquier época del año. El té frío es una alternativa a los refrescos azucarados, idónea tanto para refrescar los días más calurosos, como para calmar la sed, y además ¡mucho más saludable!

El origen del té helado está en una feria que se celebró en Sant Louis, Estados Unidos, allá por el año 1904. Un comerciante estaba bien cargado de té para tratar de venderlo entre los asistentes, pero debido al sofocante calor, no era capaz de vender ni una sola taza. Para tratar de sacar el género vertió hielo sobre la mercancía y ¡voila! todo el té se vendió en un momento.

Existen varios modos de preparar el té helado, nuestro consejo es que utilices siempre té a granel, y no té en bolsita, té solubles o tés que infusionan en frío, pues realmente lo que te tomas es agua con aroma,  no té. A continuación te explicamos nuestras tres técnicas:

 

Té helado a partir de infusión en caliente

Coge el té que desees, preferiblemente sabores que les pegue tomarse en frío. Prepáralo como lo preparas habitualmente, mejor si añades un poco de más cantidad, unos 5 gramos más por litro. A continuación cuando ha infusionado el té, retira las hojas y añade azúcar. Remueve bien y espera a que se enfríe. Mételo en el refrigerador y sirve con hielo.

 

Té helado utilizando cubitos de té

Para elaborar el té helado de este modo necesitarás una preparación previa. Elige el té que quieras tomar y prepáralo de modo habitual. A continuación pásalo a una cubitera y conviértelo en cubitos de hielo. Luego prepara el té normal y cárgalo bien del hielo que has realizado previamente. Pásalo a una coctelera y agita, al servir en un vaso, añade más de estos hielos.

Con esta técnica puedes incluso pasarlo por una batidora o picadora de hielo y conseguir un delicioso granizado.

 

Té helado a partir de infusión en frío

Para preparar esta infusión emplearás té negro. Vierte en una botella de agua mineral a temperatura ambiente unos 20 gramos por litro. Métela en la nevera y déjala toda la noche. Al día siguiente retira las hojas de té ¡y listo! dispondrás de un refresco cien por cien natural. Puedes servirlo con rodajas de limón abundantes en una jarra, el contraste de sabores resultará maravilloso.

 

Si quieres disfrutar de una buena taza de té, te dejamos este enlace con toda la información necesaria acerca de la preparación del té e infusión y su correcta conservación